Es el mayor ídolo adolescente jamás conocido, un fenómeno global catapultado al éxito gracias a las redes sociales y a YouTube. Su hambre de triunfo parece insaciable, pero a sus 18 años reconoce que se está haciendo mayor, como evidencia en su esperadísimo tercer disco de estudio, Believe. Ver para creer.
A pocos metros de la entrada del imponente hotel Royal Garden de Londres, decenas de jóvenes aguardan en la acera. Ni el paso del tiempo ni la pertinaz lluvia fina disipan su afán por acercarse a su ídolo. El periodista las observa desde la otra acera de High Street Kensington, hasta que una chica se desmarca de un grupo de cuatro, le agarra del brazo y chilla: "¡He tocado a Justin Bieber!". Acto seguido, sigue su curso con sus amigas. No buscaba respuesta. Simplemente necesitaba exteriorizar su innegable estado de excitación. Era una de las pocas afortunadas que habían conseguido su empresa.
Sin duda, la expectación que ha generado el lanzamiento de su tercer disco de estudio es colosal. Sólo comparable con las cifras que ha conseguido este zurdo autodidacta. Y es que desde su debut hace tres años, el llamado "príncipe del pop" ha logrado vender 15 millones de discos y ha amasado una fortuna estimada en 120 millones de euros. Pero para entender tan fulgurante progresión hay que rebobinar seis años en el tiempo.
Desde entonces, Justin Bieber se ha convertido en un ídolo del pop capaz de arrastrar a millones de seguidores de todo el mundo. Son los llamados beliebers, término que se obtiene de la mezcla de believe (creer, en inglés) y su apellido, y tienen que convivir con sus detractores, también millones, que le atacan constantemente por su imagen andrógina y su flequillo, por sus meteduras de pata y, por qué no, por su aplastante éxito global. Todo en él, sin embargo, está sumamente medido.
Ya ha cumplido 18 años. ¿Teme hacerse mayor?
Un poco. La verdad es que no quiero crecer demasiado rápido, sino siguiendo mi ritmo. Por ahora quiero hacer este disco, que es un poco más maduro y que siento que puede gustar a una audiencia algo mayor. Sin embargo, quiero seguir teniendo a mis fans.
Al hilo de lo que comenta, en el tema Be Alright canta sólo con el acompañamiento de una guitarra acústica, lo que seguro gustará a su fiel base de fans. Pero, por otro lado, hay temas como All Around the World que están más enfocados al baile y que cuentan con una producción muy elaborada, en este caso a cargo de Ludacris. ¿Es ese el equilibrio que ha buscado para mantener a sus seguidores y, a la vez, captar a un público nuevo?
Sí, he tenido que hacer ese equilibrio para adivinar lo que a mi público le gustará. Así que sé que hay canciones que a mis fans les encantarán y otras que les sonarán más nuevas. Pero eso sólo se consigue probando cosas nuevas.
Definitivamente, el nuevo disco supone un gran cambio, ya que tiene un marcado gusto por el r&b más que por el pop que le ha hecho famoso.
Es cierto. En el disco hemos trabajado con un montón de artistas, como Timbaland, Drake o Taylor Swift. Y tengo que decir que hubo grandes productores, como Nasri, que me enseñaron a escribir algunas de las canciones. Estoy muy contento de que el álbum haya cobrado una forma tan buena. Fue muy guay poder acercarme a otros estilos musicales con los que no estaba familiarizado y dejar atrás las zapatillas Converse. Ha sido genial tener la posibilidad de trabajar junto a estos artistas tan exitosos.
¿Siente que ha tenido que demostrar algo especial esta vez?
Por supuesto. Todo el mundo está esperando el lanzamiento del disco y quieren ver cómo suena. Creo que he hecho justicia al disco y que el público quedará asombrado.
De todos los temas del disco, además del primer single, Boyfriend, hay uno que le llena especialmente.
En Believe he compuesto una canción que se titula Turn to You, que la escribí especialmente para mi madre. Es un tema que me emociona de verdad porque trata sobre lo mucho que mi madre y yo tuvimos que luchar a lo largo de mi infancia.
¿Cuán cerca está como artista con respecto a dónde quiere llegar?
Creo que siempre estaré evolucionando y cambiando, eso es lo guay de ser artista, que nunca conseguiré todas mis expectativas. Siempre lucharé por conseguir más. Cuando consigo un objetivo, siempre tengo otro que también quiero.
Incluso Usher, que ha hecho tanto en su carrera, en cada disco que edita quiere probar cosas nuevas y hacer algo fresco para evolucionar como artista. Eso es algo que me enseñó, que nunca pare de hacer cosas nuevas para ser mejor. ¿Cuál es, en su opinión, su virtud principal?
Que quiero comunicar lo máximo posible. Tienes que creer en tus sueños y en algo, en un poder superior, que es el que te lleva donde te encuentras en la vida. Ese es mi mensaje, el que quiero mandar. Mi sueño es convertirme en el mejor en lo que hago. Y ser el mejor ejemplo para mi generación.
¿Y su meta en la música?
Mi objetivo en la música es seguir rompiendo récords, los míos y los de otros artistas. Ganar premios y demás y ser lo mejor que pueda.
Eso se aventura muy duro.
Sí, siempre he tenido sueños de grandeza y sobre lo imposible.
Su base de fans es enorme y se cuenta por millones. ¿Cómo gestiona la responsabilidad que tiene con sus seguidores?
Creo que mi responsabilidad con respecto a mi fans es la de mostrarles mi apoyo y amor. Algunos de ellos tienen cáncer, y mi música les ayuda a sobrellevarlo, y esos momentos especiales son los que no olvido y los que me ayudan a conseguir lo que persigo cada día.
¿Hasta qué punto su imagen ha representado un papel preeminente en el éxito que ha conseguido?
Creo que lo que yo represento ha ayudado a que tenga tanto éxito. La gente siente que soy buena persona, que reflejo bondad y que la música que hago es buena.
¿Cómo le gustaría ser recordado?
Me gustaría que me recordasen como alguien realmente talentoso que fue generoso y bueno.
¿Cuál ha sido el músico que le ha causado más ¬impacto?
Michael Jackson. Por todo lo que hizo y por su trabajo filantrópico. Fue humilde y una buena persona, por eso lo respeto tanto. Fue una pena que no llegara a conocerlo.
Suele decirse que del amor al odio hay sólo un paso. Y aunque cuenta con millones de fans, los beliebers, también tiene millones de detractores. ¿Cómo se lo explica?
Al final, hay gente a la que no le gusta mi música, y sólo puedo respetarlo porque también hay música que no me gusta. Pero no por eso voy a odiar a ese artista o a decir que no me gusta, porque pienso que eso es patético. No puedo decir nada si no les agrada mi música. Pero si dicen que no les gusta antes ni siquiera de haberla escuchado, entonces eso me decepciona. Con este álbum espero mostrar a más gente que tengo talento y que todo esto no ha sucedido por ¬accidente.
farodevigo.es
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